Los municipios costeros sufren los peores efectos con un descenso de la actividad del 75% en relación a 2008

La construcción mantiene su caída en la provincia como consecuencia de la crisis económica e inmobiliaria, sin que se observen indicios de cambio a corto plazo. Según los datos del Colegio Oficial de Aparejadores, Arquitectos Técnicos e Ingenieros de Edificación de Alicante, el número de visados de viviendas nuevas -trámite necesario previo a la propia obra- durante todo el año 2009 tan sólo fue de 2.579, frente a los 8.103 del ejercicio anterior. Sin embargo, ese dato ya había supuesto un impresionante descenso frente a 2007, en el que se habían visado 31.655 viviendas.

La situación todavía es susceptible de empeorar en 2010, a tenor de las últimas cifras que ha hecho públicas el Colegio de Aparejadores. Durante los meses de enero y febrero únicamente se visaron 198 viviendas en toda la provincia, con una inactividad casi total en la mayoría de los municipios. La extrapolación de estos datos al conjunto del año indican que, si esta parálisis se prolongara hasta el final del ejercicio, para entonces sólo se habrían tramitado 1.173 viviendas nuevas. De esta forma, los resultados no llegarían a ser ni la mitad de los de 2009.
El litoral ha sufrido todavía con mayor incidencia los efectos del parón inmobiliario. Los visados en los municipios de la provincia con salida al mar a lo largo del año pasado sólo fueron 1.083, una cifra que supone una caída del 75 por ciento frente a 2008. Además, hay que tener en cuenta que algunos de estos municipios, aparte de estar en la costa, son grandes núcleos urbanos donde la actividad constructiva no está necesariamente ligada a las playas. Es el caso de la propia ciudad de Alicante, que pasó de 585 viviendas visadas en 2008 a 141 el año pasado, o de Elche, que con una cifra tan exigua como 211 viviendas visadas tuvo la mayor actividad de toda la provincia. Eso sí, su descenso fue también espectacular, ya que a lo largo de 2008 se habían visado 1.077 viviendas. Algo similar ocurre en Torrevieja, Orihuela, Dénia y Calp, entre otros. Tan sólo Benidorm marca una insignificante excepción, al pasar de 14 viviendas visadas a 23.

Bajada generalizada
Si se toma como referencia el conjunto de los municipios de más de 10.000 habitantes, el descenso de la actividad fue algo menor, pero igualmente muy acusado. Las 6.873 viviendas visadas en 2008 se redujeron a 2.130 en el siguiente ejercicio. En el entorno de Alicante, sólo Mutxamel evolucionó de forma positiva, y en el resto de la provincia únicamente se observan tímidos repuntes puntuales como el de Cocentaina. En lo que va de año, Petrer ha sido el único caso de cierto movimiento, con 48 viviendas visadas.
Desde el Colegio de Arquitectos han señalado que el descenso de la edificación ha sido muy superior a lo esperado. También se destaca que las promociones son más pequeñas y, además, las rehabilitaciones no crecen al ritmo suficiente para compensar la actividad.